Cuando pensamos en un incendio, lo primero que suele venir a la mente son las llamas. Sin embargo, en muchos casos, el humo representa un peligro aún mayor que el propio fuego. Su propagación rápida y casi invisible puede poner en riesgo la salud de las personas, dificultar la evacuación y ocasionar graves daños en las instalaciones.
Para reducir este riesgo, es fundamental contar con soluciones que permitan controlar y limitar la dispersión del humo. Una de las estrategias más efectivas es el uso de barreras de humo, elementos diseñados para dividir un espacio en diferentes secciones. De este modo, el humo queda confinado en áreas más pequeñas que pueden ser gestionadas de manera segura mediante sistemas de extracción y evacuación de humo y calor (SHEV).
En nuestra empresa ponemos a disposición dos tipos de barreras con altos estándares de seguridad: las barreras de humo activas FK ROLL SMOKE, que se despliegan cuando es necesario, y las barreras de humo pasivas FK SMOKE, que permanecen fijas como medida de protección permanente. Ambos modelos cuentan con certificación europea, lo que garantiza su fiabilidad, resistencia y cumplimiento de la normativa vigente.
Con estas soluciones, no solo se mejora la seguridad de los edificios y de las personas que los ocupan, sino que también se facilita el trabajo de los equipos de emergencia, ya que un humo controlado es un incendio más fácil de combatir.

Ventilación forzada: una solución esencial para el control del humo
En caso de incendio, uno de los mayores retos no son únicamente las llamas, sino el humo que se acumula en los espacios cerrados. La